La punta es linda. Tras el buen triunfo ante Atlanta y la derrota de Temperley en la fecha anteriro, Platense agarró la punta y sigue con el objetivo de ganar los tres partidos que se juegan de local. Esta vez fue el segundo de esos partidos contra un mediocre Defensores de Cambaceres y si bien en los papeles era un rival más que potable, algunas cosas se complicaron. O no salieron como quisieran. Pero había que ganar. Y se ganó.
Claramente Platense de entrada era un equipo mucho más ordenado que los rojos de Cambaceres que se dedicaba más a la marca aguerrida que a producir fútbol. Sin embargo, el toque de Platense no lograba profundidad y caía en la cerrada defensa de Cambaceres; el partido era trabado y Platense no lograba resolverlo. Ninguno de los dos creaba serio peligro en el arco rival, los defensores eran protagonistas y el mediocampo dividía las pelotas de uno y otro lado.
Pero a los 20pt se dio la bisagra que cambiaría el partido. El referí da un penal por empujón a Lovera de esos que si bien son claro penal, rara vez los cobran. Vega lo resolvió con mucha clase a la izquierda del arquero cuando éste se tiraba paralelo a la General Paz hacia la esquina de la calle Liniers; allí, donde la tribuna vacía es patética testigo.
20pt Video del gol de Vega
(en construcción)
Allí Platense logró hacer pie y a manejar la pelota. Cambaceres estaba más lejos del arco de Esquerra y era el momento que el calamar debía aprovechar para aumentar el marcador. Y así fue, casi de casualidad cuando tras un error del arquero de Cambaceres, Lovera de espaldas al arco la pone por arriba sobre el palo lejano -el mismo que da a la esquina de Liniers y General Paz- ante la mirada incrédula de los jugadores de rojo.
25pt Video del gol de Charly Lovera
(en construcción)
No duró mucho más el buen juego de Platense que volvió a caer en el juego trabado, perdiendo el mediocampo, con jugadores como Rojas y Acosta que no lograban hacer pie haciendo crecer la figura de los dos centrales, Banegas y en especial Báez de gran partido sacando todo lo que venía y también, y especialmente, Mercier que estaba en todas partes al mismo tiempo relevando todas las posiciones del lado derecho clamar, por atrás de Grana para que éste suba o yéndose él mismo a empujar al equipo para adelante.
El comienzo del segundo tiempo fue una continuidad del final del primero. Peor porque poco a poco Platense fue perdiendo la pelota y el terreno. Se paró de contragolpe sin considerar que el físico no estaba en condiciones de hacerlo seguramente por la carga de haber jugado un duro partido contra Atlanta apenas 72 horas atrás.
Stagliano apeló a la fórmula ya conocida: sacar la creatividad del mago Pablito González poniendo la "Task Force" con Giarrizo y más tarde con Uranga pero no dio el mismo resultado que contra los bohemios y Platense tuvo que reagruparse en su campo para aguantar a un Cambaceres que tocaba y llegaba hasta el borde del área grande donde los centrales y Mercier resolvían el pleito.
Ante la incapacidad de Cambaceres y la de Platense en resolver los dos o tras contraataques que generó, los arcos no se vencieron en la etapa y Platense logró mantener el dos a cero con poco merecimiento pero con mucha garra, defendiendo cada pelota, poniendo mucho esfuerzo para resolver algunas limitaciones físicas y las tácticas que ya le conocemos a este equipo.
Para el final, entró Ledesma, debutando en Platense mostrando muchas ganas. Ganas. Eso que ahora es el emblema de Platense. Eso que hizo que al final del partido en el centro de la cancha y luego en el vestuario el festejo explote, con alegría, sabiendo que la punta es de Platense y que hay que defenderla los dos tercios de temporada que quedan.
Cuando bajaba de la platea, escuché a un hincha resumir en una frase el sentimiento calamar:
"Dejame jugar como el orto y seguir ganando" (sic) Un
abrazo calamar
Marben |