Lucas Pusineri salió campeón del apertura 2002/2003 luciéndose en Independiente. Sin embargo, es fana calamar y no pierde oportunidad de decirlo como en este reportaje que le hicieron en Clarin:

Lucas Pusineri se sube a su Volkswagen blanco, saluda a dos hinchas que le ruegan ganar el campeonato en el partido contra Boca y deja el estadio de
Independiente por la calle Alsina y en segunda velocidad. En el asiento trasero, algo desordenado, sobresale una máscara de Superman. "Me la vendió uno de los pibes que están en los semáforos. Estas pintitas también las compré ahí, te dan dos por un peso. La verdad es que me gasto una fortuna en estos chicos", dice Lucas.

El volante está rodeado de estampitas de la Virgen de Luján, en el parasol hay dos imágenes de San Cayetano, del espejo retrovisor cuelga un rosario y
frente al asiento del acompañante sobresale una medalla de la Virgen Desatanudos. Por la Autopista Sur, ya en la Capital Federal, cruza un par de iglesias y Pusineri se persigna sin perder un segundo. "Soy un tipo creyente, de fe", reconoce mientras su celular arde.

-¿Y tu fe qué te dice? ¿Que Independiente va a salir campeón?

-Ojalá que sí, ya falta cada vez menos. Hace un mes que sueño con ser campeón. Muero por eso, y no tengo dudas de que Independiente se merece ser el campeón.

El auto se detiene frente a la plaza Dorrego, en el corazón de San Telmo, y Pusineri entra a un bar de Carlos Calvo y Defensa. Afuera sigue el inesperado frío de noviembre. Adentro hay fotos colgadas en la pared que comprueban el paso de Sábato, Borges, Bochini, Francescoli y Márcico por estas mismas mesas. También hay imágenes de Gardel y de Marilyn y un banderín de San Telmo. Pusineri pide un cortado en jarrita y habla de Independiente y del título que ya está ahí, muy cerca...

-No, pará un poco. El partido contra Banfield será decisivo. Si ganamos, ya nos aseguramos el primer puesto y un gran porcentaje del título. Pero si perdemos, se nos va a complicar un poco. Yo pienso más en el partido contra Banfield que contra Boca.

-Pero faltan nueve puntos en juego e Independiente le lleva seis a Boca. Es una diferencia muy grande...

-Sí, y puede ser decisiva. Pero si jugamos contra Banfield pensando en Boca terminamos el primer tiempo perdiendo 2 a 0.

-¿Pero en el vestuario, íntimamente, todavía no se sienten campeones?

-Algo se palpita. Hubo un festejo muy grande después de los partidos contra Estudiantes, que marcó una bisagra, y contra Unión. Cantamos todos, saltamos todos. Nos tiramos agua y esas cosas, estábamos refelices, pero fue una locura controlada.

-¿Ya cantaron "dale campeón"?

-Noooo. Esa palabra está prohibida.

-Si se les escapa este campeonato...

-Sería una desilusión muy grande, gigante. Pero no pensamos en eso. Tenemos fe.

-Guillermo Barros Schelotto repite a diario que Boca le ganará a Independiente. ¿Cómo lo toman en el plantel?

-En la semana se dijo que nosotros nos habíamos fastidiado, pero nada que ver. Hay buena onda entre los planteles. Y yo entiendo que el Mellizo diga eso. ¿Qué va a decir? Aún ni pensé en Boca, pero yo digo lo contrario: que les ganamos nosotros.

Un hincha se acerca eufórico a la mesa, le pide "un ganchito" para Matías y suplica a los gritos: "Pusi, por favor, gánenle a Boca. Ya nos comimos el garrón con River y contra los bosteros no quiero lo mismo". Pusineri se ríe y le contesta: "Si querés le ganamos a Boca y perdemos con San Lorenzo y Banfield y no salimos campeones. ¿Te gusta eso?". El fanático queda
descolocado: "Tenés razón. Salgamos campeones y listo, pero igual decime la verdad: el título ya está, no se nos puede escapar". Pusineri reniega y se pone serio: "No está". El hincha insiste y se obsesiona: "Ya está", y entre los dos, entre el que hace fuerza desde adentro y el que alienta desde afuera, construyen un delicioso diálogo futbolero.

-¿Tu gol contra Unión cuántas letras de la palabra campeón les aseguró?

-Ya está el "campe". Pero nos falta la o y la n. Eso significa un triunfo y un empate. Y sí, el título está a la vuelta de la esquina.

-Federico Insua dijo por la mañana que no le tiene miedo a Boca. ¿Y vos?

-Seguro que no. Pero primero, Banfield.

Para sus amigos de siempre, los chicos del colegio La Salle de Florida, Lucas es "el Paragua": su padre, José, nació en Asunción. Hace poco trascendió que Paraguay estuvo a punto de convocarlo, e incluso el propio Lucas pensó en aceptar esa chance. Pero ahora no: "Me muero por jugar en la Selección argentina", se emociona. Escuchó que Marcelo Bielsa puede llamarlo.

-Ahora sos tapa de los diarios. Es curioso porque tu carrera empezó tarde.

-Sí, recién a los 21 años volví a jugar, después de haber dejado en la 6ª de Platense. De Ferro Carril Urquiza, en la D, pasé a Almagro. De ahí a San Lorenzo, un club que voy a recordar hasta mi muerte. Y ahora, Independiente. Pensé que por llegar de otro equipo grande me iban a tratar con cierta cautela, pero la hinchada fue increíblemente buena conmigo. Y a veces me pregunto si me merezco tanto afecto...

-Será porque ya hiciste cuatro goles.

-¿Sabés que en Banco Nación, donde empecé de pibe, era delantero? Y, de verdad, me gusta mucho más atacar que defender.

Hasta hace tres meses, Pusineri había ido a la cancha de Independiente más veces como fanático de Platense que como futbolista de Primera. "¡Cómo grité un gol de Coria en esa cancha hace cinco años! Y también fui en 1992, cuando perdimos 3-1 con Boca con el golazo de Medero. Eramos pocos de Platense, pero yo estaba. Había tomado el bondi 93 desde Munro".

-¿Qué les decís a tus amigos cuando te preguntan por "Las Diablitas"?

-Y, lo mismo que ellos... Pero nosotros ni las vemos, sólo en "Fútbol de Primera".

Ya pasó el mediodía del lunes, Pusineri vuelve a la calle y un pibe le pregunta: "¿Salen campeones?". "Ojalá que sí", dice. "Ojalá que no, porque soy de Boca". Pusineri sonríe, sube a su auto, besa el rosario y ruega por un Independiente campeón.

Nota de Clarín del 12/11/2002