Murió Mugione; su nombre es emblemático en el corazón de los hinchas calamares. Nos lo contó hace unos días el periodisa Alejandro Fabbri quien hizo una perfecta referencia a él y que aquí reproducimos:
El 9/6/2007 murió Gualberto Vidal Mugione, el popular "Huevo", mediocampista derecho de excepción que integró la famosa delantera con Miranda, Bulla, Subiat y Luis Medina/Valdez entre 1967 y 1970.
Mugione tenía 66 años, era rosarino (nació allí el 21-8-40) y jugó primero en Rosario Central (1960-64), pasando por Central Córdoba (1965-66) hasta llegar a Platense, donde brilló con su categoría y sus bombazos de media y larga distancia,donde jugo 135 partidos y conquistó 29 goles.
Muy especialmente recordado, el golazo que le metió al Loco Gatti en el Monumental cuando ganamos 3-2 en el Metro'67 (Gatti se quedó agarrado al palo pensando que la pelota se iba afuera) y otro que le hizo a Hugo Carballo de media distancia en el propio gallinero, cuando Platense aplastó a River en la Semana Santa de 1969.
¿Por qué le decían "huevo"? No hace falta aclararlo. Fue caudillo y capitán del mejor Platense que los que andamos merodeando los 50 años pudimos ver. En el mítico 3-4 contra Estudiantes de La Plata jugó todo el segundo tiempo con el hueso malar de su cara hundido y aguantó pese al insoportable dolor. Por eso, cuando se habla que Estudiantes tenía un jugador menos por la lesión de Barale, también hay que acordarse de la disminución que significó Mugione y su lesión.
En 1971 se fue a jugar al Millonarios colombiano, siguió por Ecuador, llegó al San Martín tucumano para los Nacionales, tuvo un fugaz retorno a Platense en la B de 1973 cuando alquilábamos la cancha de Tigre y la de Almagro y se fue al Talleres cordobés. Ahí, a los 34 años y con el mismo Ángel Labruna del '67 se convirtió en el líder de aquel equipo que con Artico, Comelles y unos muy jóvenes Ludueña, Boccanelli y Oviedo hizo historia, reforzándose en 1975 con los jujeños Valencia y Alderete. Fue ídolo del público de Talleres en el retiro futbolístico a todo trapo.
Después dirigió a Platense y no le fue bien, en 1978 y 1979.
Trabajó en varios clubes, en el exterior e interior del país. Se quedó a vivir desde hacía varios años en la ciudad de Córdoba.
El Huevo Mugione (con una sola "g") vino al Centenario. Viajó en avión porque necesitaba diálisis diaria y no podía afrontar un viaje en auto o micro. Subió al escenario y se fundió en abrazos con sus socios Bulla y Subiat.
Disculpen el recuerdo personal pero no podré olvidar nunca en mi vida (y lo agradeceré siempre) estar en el escenario en la Cena del Centenario y ver la imagen de los tres M-B-S abrazados de cara a la gente y ver a Norberto Krause, a Hugo Smitto, a Oscar Simiele, a los Marino, a tantos cincuentones/sesentones de pie ovacionándolos y ver, al mismo tiempo, las lágrimas que le caían a Mugione y que no se esforzaba en ocultar.
En nombre de tantos calamares que los extrañamos como a casi nadie. Gracias Huevo querido. Desde hace mucho tiempo formás parte del mejor Platense. El que todos queremos. Grandes y chicos.
Alejandro Fabbri