Uno, sentado en la platea, hincha de Platense, se quedó con sabor amargo. Los pibes dieron todo lo que podían y la verdad que 'todo lo posible' no llega a ser 'suficiente'. Hay jugadores que tienen un techo y lo conocemos bien; Quique Álvarez, Báez, los mismísimos Madrid, COncistre y Pablo González. Sabemos lo que son, lo bueno y lo malo que tienen, están casi hasta donde pueden llegar.
Después está el resto que está dando sus primeros pasos, recorriendo minutos de primera en su etapa de crecimiento. Beraldi, Barreal, el arquero Forgiarini, Frean.
Unos crecerán mucho porque han demostrado buena pasta, otros encontrarán rápidamente su techo.
A Platense le viene bien esto de llegar al final de la temporada identificando entre los jugadores formados en sus propias filas a aquellos que les puede rendir en la cancha a corto plazo y en lo económico en el mediano (en esto no existe el largo plazo).
Claro, en el medio uno está 'condenado' a ver como el gato maula juega con el mísero ratón. En el primer tiempo, como nos tiene acostumbrados, Platense se juega a meter el gol. Le cuesta y le cuesta; mantiene la pelota, marca ordenadamente hasta que de a poco va siendo superado técnicamente por el adversario.
San Martín de Tucumán vino -y se fue- puntero hasta ahora del campeonato. Tiene buenos jugadores y en particular habilidosos adelante.
Y efectivamente Platense generó más situaciones de gol que el visitante en especial por los tiros de media distancia donde llegaba de la mano de Madrid que ponía su empeño en hacerse de la pelota aunque claramente tenía el mandato de la marca para compensar.
A los 09pt el buen toque entre Pablo González y Concistre los llevó a la primera situación de gol y a los 22pt y a los 23pt los tiros de media distancia ya comentados.
Para el último tercio de la etapa; San Martín desbordaba seguido por el carril del "3" nuestro generando una seguidilla de centros que eran controlados por el arquero o los defensores.
A los 35pt Concistre se lo pierde solo frente al arquero cuando recibió en el área pero se trabó solo y se cayó...
A la vuelta de esa jugada, el puntero mete el primero tras un error de Báez -precisamente la dosis de experiencia del equipo y l apelota robada fue cedida para la entrada de Ibañez solito que la metió fácil sin que el arquero pueda hacer nada.
Y si bien el segundo tiempo no fue el monólogo del partido anterior de Quilmes, lo cierto es que San Martín comenzó a monopolozar el mediocampo esperando para la recuperación de la pelota y, una vez que la tenía, cuidarla en los pies venciendo lenta e irremediablemente cualquier marca que se le presentara.
Borlenghi entró por Pablo González que no había logrado hacer nada y así Platense con tres puntas -y más velocidad- se jugaba a empatar el partido.
Ante el esfuerzo de los de marrón, los tucumanos oponían seguridad y tranquilidad. Tanto que ya a los 13st estiraba la diferencia.
Es cierto que el DT Rampi se vio obligado a hacer los siguientes dos cambios forzado por lesiones (Giacopuzzi x Frean y Juanpi Gómez por Barreal) pero también es cierto que no era mucho más lo que había.
San Martín, con ritmo pausado, convirtió el partido en un entrenamiento de un equipo de primera -el visitante- y un sparring de tercera o cuarta división. Cuidó el triunfo que estaba asegurado con el simple método de tener la pelota y no dársela al rival.
Por eso el partido terminó 'solo' 0-3 porque no hay duda que si San Martín hubiera querido, pudieron haber sido más.
Platense deberá seguir tocando la balanza entre tratar de mantener un punto con los jugadores que tiene o buscar fogueo como lo está haciendo.
La decisión está próxima, porque en pocos días habrá nueva comisión directiva y deberá planear el futuro -no solo futbolístico- del Club Atlético Platense.
Un abrazo calamar
Marben |