Y no pudo ser. El sueño que se había extendido más allá de hasta nuestra propias expectativas terminó. La posibilidad del ascenso a primera división por la vía de la promoción se acabó para Platense y quedó para Tigre.
Un final que no por previsible deja de ser triste; tristeza que deberá durar poco porque en el momento del balance el peso de la campaña estará por encima de esto.
Vamos a dividir el comentario en dos, primero sobre el partido y luego sobre la temporada.
Es imposible no relacionar la calidad y capacidad de juego con el tema de la ausencia de la hinchada visitante, en este caso, la de Platense aún cuando se trata de profesionales que hacen su trabajo.
Tanto Platense como Tigre salieron a no esordenarse. Ni Tigre iba a salir a lo loco a buscar el partido ni Platense lo iba a hacer. Estaba claro que los primeros 45' iba a tener a ambos equipos algo contenidos. Platense salió con la formación más ofensiva que puede (con la dupla Bianchi-Acosta Cabrera, Casado de enganche y con Giacopuzzi en el medio) sabiendo que no estaba Ferradás en condiciones de aparecer. Tigre por el contrario, guardó sus ases en el banco a la espera del segundo tiempo. Esto sería decisivo al final del partido.
Los primeros minutos tuvieron a Tigre más ordenado pero poco pasó hasta que los de Platense lograron dominar casi todo el campo siendo los que tenían mayor llegada aunque poca profundidad fruto de la conocida falta de potencia en los metros finales y de la buena actuación del fondo de los de Victoria.
El flanco derecho era el más usado pero las subidas de Giacopuzzi casi nunca llegaban a ser peligrosas excepto en una que dejó solo a Acosta cabrera que definió apurado tirando la pelota centímetros por afuera del poste derecho del arco que daba a la vacía tribuna visitante.
Las mejores situaciones se daban cuando por el medio Casado apilaba a los volantes abriendo para Bianchi que no llegó a pesar casi en todo el partido.
En el fon do Puertas, Banegas y Báez se las arreglaban muy bien para evitar todo intento azulgrana.
Platense pudo haberse ido algún 'golcito' arriba al entretiempo pero su falta de contundencia se lo impidió.
Y si dicen que estos son partidos de 180' por jugarse en partidos de ida y vuelta, en este caso en los 45' finales se jugó toda la promoción.
Parejo los primeros instantes, de a poco Platense comenzó a adelantarse y por lo tanto desprotegiéndose en el fondo.
Lo tuvo Platense pero al mismo tiempo sufrió con los rápidos contraataques de Tigre.
Hasta que el técnico Cagna metió toda la carne en el asador; las entradas de Wilches, Torres y Lazzaro marcaron la diferencia y no perdonan. Tigre tuvo sus oportunidades y las aprovechó primero en el muy buen desborde por izquierda con centro atrás que concreta Pereyra y luego la estupidez de Ezquerra que da rebote de un tiro libre débil a las manos para que concrete Fontanello.
Platense ya no tendría allí posibilidad de reacción. Casado se hacia expulsar como una muestra más de impotencia y la cancha se fue vistiendo de fiesta para los locales.
La finalización del partido desató esa euforia. Platense se unió en un abrazo mientras volaba en el aire un virtual aplauso de su tribuna vacía por capricho de los dirigentes provinciales. Los pocos que estábamos aplaudíamos disimulando el aplauso -por protección de nuestras vidas- transmitiendo el reconocimiento a un equipo que cumplió. Que si bien no hizo todo bien (ni afuera ni adentro de la cancha) el resultado es más que óptimo.
Y ahora si hagamos un rápido repaso de la temporada debemos comenzar con aquel invierno donde comenzamos en la categoría con la euforia del ascenso recién obtenido. De la mano de Juan Amador Sánchez nacía una esperanza con el DT de la gente. Sin embargo, la salida del director técnico con motivos que quizás nunca tendremos claro o nunca podríamos aclarar dio comienzo a la era Baena primero en forma transitoria y luego en forma definitiva de la mano de los buenos resultados.
Y sucedió lo que casi nadie esperaba, una campaña bárbara no solo en los resultados -salió subcampeón del apertura- sino y en especial ofreciendo una calidad de juego de excelentísimo nivel como lo calificaron propios y extraños solo superado en el resultado por el poderoso Olimpo que saldría campeón.
El comienzo del clausura a principio del 2007 tras una pretemporada en San Luis alimentaba una gran esperanza justificada en la buena acumulación de puntos del campeonato anterior pero la realidad nos volaría esa esperanza de un plumazo y salvando aquel partido en San Juan, se fueron acumulando diez derrotas en quince partidos, una de las peores campañas en la historia del club. Claramente a Baena le habían tomado la mano y no solo los rivales...
El recambio en el banco trajo a la dupla Motta con el experimentado Rodolfo y su activo hijo Pablo. Guardaron -afortunadamente- en buena medida su verborragia y se pusieron a trabajar duro en mejorar los aspectos tácticos, el estado físico y hasta la relación personal con el plantel y así, paso a paso, se fue subiendo una escalera que casi sin pensarlo nos dejó prendido en el reducido casi agónicamente.
Esta fase final que tuvo su emotivo pico en el partido de vuelta frente a Atlético rafaela selló un muy buen año del fútbol de Platense no porque todo haya sido bueno -no todo fue bueno- sino porque nos deja en una buena plataforma de puntos para encarar el futuro.
Lo que no da el campeonato y que claramente habrá que trabajar es en lo relativo a lo institucional que ha recibido muchas críticas en especial las que hicieron públicas estos días los jugadores. Las conocidas dificultades económicas y dirigenciales de Platense influyen en los distintos ámbitos en que se desenvuelven las actividades del club y el fútbol no es ajeno a eso.
Hoy a muchos jugadores se les está venciendo el contrato y no tienen ganas de quedarse. La dupla Motta pone sus condiciones para seguir. El mismísimo presidente Grecco dice que hay que decidir el perfil futbolístico que tendrá el futuro plantel que solo será bueno si se consigue un 'socio o sponsor' que aporte la plata necesaria para esto y que claramente aún no está concretado.
Eso será fruto de comentarios de aquí hasta el último fin de semana de julio en que comenzará la nueva Temporada 2007/2008 de la "B" Nacional, ese momento en que comenzamos de cero a construir una nueva esperanza. Por ahora, nos quedamos con los 61 puntos y el muy grato recuerdo de las veces que disfrutamos en la tribuna viendo a Platense jugar bien y lindo.
Un abrazo calamar
Marben |