El placer de sufrir, episodio II o la reivindicación de las tantas banderas que cuelgan del alambre calamar que hablan del sufrimiento, de la locura, de la increible experiencia que es ser hincha de Platense.
Lo sucedido este mediodía del día del padre en la cancha de Platense tiene ribetes dignos de un cuento de Fontanarrosa o de Bracelli, porque a lo largo de noventa minutos, estos segundos noventa minutas de un ida y vuelta de ciento ochenta, pasaron muchas cosas bien claras, como en una novela en que el autor describe los sucesos y carga de distintas emociones el desarrollo.
El primer tiempo fue una historia. Platens efue a buscar aumentar su diferencia porque sabía que si no lo hacía y biscaba mantener la pequeña ventaja la cosa se le pondría dificil. Quizás nunca soñaron que lo iba a ser tanto. Sin sacarse mucha diferencia, Platense fue uyn poco más, más ambicioso, con Madrid de mandamás haciendo de todo, de Madrid y de Casado que estaba ausente con aviso (desgarro, tiene para 15 días).
Las puntas eran bien aprovechadas por Seuqeira y por Rios y hasta hubo dos o tres situaciones muy claras de gol. Claro, suena raro decir esto cuando Morón se puso en ventaja a los 20pt pero aun así, Platens etuvo las mejores oportunidades. A los 22pt un dudoso orsai cobrado por Javier Ruiz que si bien la TV no logra mostrar a todos los jugadores en un mismo cuadro, todo indica que no fue y que era el empate en los pies de Sequeira. La mejor fue a los 34pt con un cabezazo limpito de Ríos -que se corrió todo- y que pegú en el travesaño. Era el empate, pero no, no lo fue.
En el segundo tiempo se escribió un capítulo muy distinto en esta historia, el más dramático. Morón se hizo dueño de la pelota y Platense no alcanzaba a recuperarla. De a poco se fue perdiendo la manija y con ella la desesperación que hacía que la cancha se fuera inclinando hacia el lado de la General Paz y Morón recién en ese momento lograba justificar el triunfo que acarreaba.
Stagliano decide priorizar el orden al riesgo y saca a Seuqeira por Alvarez para tratar de recuperar el orden en el medio alejando la posibilidad de descontar y apostando a que el resultado pemanezca invariable. Mucho más cuando a lso 38st saca a Madrid -lejos, la figura- y pone a Guevara perdiendo así todas posibilidad no solo de descontar sino siquiera de mantener la pelota.
Como diría Príncipi: "jugando con el reloj". Los cronómetros avanzaban lentamente su rumbo hasta el minuto 45 y Platense con desorientación y poco futbol debía recorrer esos ocho o diez minutos. Inclusive no buscó cargar de hombres un tiro libre indirecto a favor que tuvo casi en el área chica (devolución de pelota al arquero con el pie) buscando el toque y disparo al arco antes que el buscapié lógico.
Y a los 41st sicedió lo qu esucedió. Bocca se lleva por delante a su delantero que salia del área y Ruiz, de mal arbitraje, sanciona previsiblemente penal. Morón estaba a segundos de ponerse dos a cero y tirar por la borda los sueños calamares. Una historia que se repetía como aquel penal para Racing de Córdoba que nos condenó al descenso a la metropolitana. Una vez más Platense se quedaba a orillas de la gloria, muy cerca del fracazo.
Pero el "10" del gallo, Seccafién, patea fuerte y arriba el penal que de tan fuerte se elevú muchos metros sobre la altura de la Goyeneche que a esa altura se abrazaba incrédulo de lo que había sucedido. Esta vez, la historia era otra, esta vez, la suerte estuvo de nuestro lado.
Los cinco minutos finales fueron de desahogo a medida que nuestros corazones volvían a adquierir un ritmo por debajo de los cien por minuto. Platense llegaba a este desdibujado, dejando muy atrás una buena producción en el primer tiempo y cargabdo de dudas con miras a como será el enfrentamiento que se sucederá el próximo jueves en Ezeiza frente al buen equipo de Tristán Suárez y cuyo partido de vuelta será el lunes en Vicente López.
Stagliano deberá seguir trabajando para que sus jugadores vuelvan a esa concentración de 90 minutos que tuvo en Morón y que no logró en Vicente López y también, deberá repensar hasta que punto paltense es capáz de defender un resultado o si es preferible arriesgar algo más para buscar hacerlo con mayor diferencia.
Por lo pronto, estamos en el lugar que todos quieren estar, en la final por un partido por la promoción y con ventaja deportiva. El rival es dificil ¿qué otra cosa podía ser en instancias finales?. De vuelta, todo depende de Platense, de ese Platense de doble personalidad que poe momentos nos llena de esperanzas y en otros momentos es la esperanza de la sinrazón.
El título EL PENAL LO ATAJÓ EL "CHAMÁN" se refiere al hecho que un brujo toba (¿?) se presentó en la concentración (si, así fue) y 'desgualichó' al plantel y 'destrabó' los arcos de Vicente López según cuentan las crónicas. Más allá de toda incredulidad lógica sobre este acto que sería estúpido si no afectara la sensibilidad de las personas, dio el toque de color al enterarnos que muchos jugadores le prestaron mucha atención.
Muchachos, muy bien, cada uno que haga lo que quiera, pero esperemos que los jugadores se den cuenta que un partido lo resuelven los once jugadores que están en la cancha.
Aunque muchas veces uno depensa de la suerte, como hoy. Un abrazo calamar
©Marben |

16pt El defensor pone la mano y le saca la pelota -que viene llovida de arriba- de la cabeza a Bergessio. Fue adentro del área y para el referi no fue penal.

20pt Tiro libre que desvía Lezcano y mete el único gol del partido.

22pt finita. En la foto Seuqira está en orsai pero no puede juzgarse con la posición de González que está en el medio del área y que no se ve en la TV en el momento de salir el pase. El referi anuló la jugada.


34pt Cabezazo de Ríos que pega en el travesaño. Platense estaba abajo pero por esos momentos era más.

17st Cabecea solo (y mal) Cerrutti. Esta vez se salvó Platense.

18st Bergessio hace una pirueta que se le metía a la derecha al arquero. De las pocas de Platense en el segundo tiempo.

35st Indirecto cerca del arco que Platense no aprovecha.

40st Bocca se lleva por delante a Tejera y el árbitro cobra penal. Dudoso pero previsible.

41st Travesaño y afuera. El alma vuelve al cuerpo y Platense a la final.
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