El Partido desde la Tribuna
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Calamares al huevo, un menú de punta
Platense tuvo que transpirar la camiseta para superar a Camba y llegó a la cima junto con Almirante. Gustavo Sever hizo el gol con el que deliraron los hinchas.
LA PLATA (CORRESPONSAL). Fue una de esas victorias que al final de cualquier torneo se anotan en la columna de las importantes. Porque tuvo que trabajar mucho por los tres puntos y porque, fundamentalmente, Cambaceres le dio pelea hasta el final. Por eso, el 1 a 0 que fabricó Platense en su visita a Ensenada motivó la locura de los 500 seguidores que le hicieron el aguante. Algarabía sin fin para festejar un gran triunfo. La excursión valió la pena: el Calamar ya mira a todos desde la cima de la tabla junto con Almirante Brown.
¿Cómo lo quebró al Rojo? Básicamente neutralizando por completo la capacidad creadora de Pablo Casado. Carlos Trullet ordenó una marca escalonada sobre el 10 -el que más se lo bancó fue Goberville- y, prácticamente, lo borró de la cancha. Partido por la mitad, Camba se limitaba a tirarles pelotazos a los puntas y dividía cada bola. Ganaba en el medio pero se diluía arriba y la presión inicial que propuso Eduardo Borgarelli se fue entibiando de a poco, hasta desaparecer.
Sin pasar sofocones en defensa, Platense se fue animando paulatinamente y generó un final del primer tiempo con mucha lucha en la zona de volantes, y hasta con mejor postura de ataque. Encarador Santo por la banda izquierda, más activo Sever para tomar contacto con la pelota y laburadores los delanteros para obligar a los del fondo, la visita terminó avisando que pensaba adueñarse del protagonismo en la segunda parte.
Para conseguirlo, el Calamar contó con el muy buen rendimiento de Martínez. Con su equipo algo replegado, el delantero tuvo espacios y resultó imparable. En una de sus corridas dejó parado a Hugo Díaz y mandó la redonda limpita al área; Sever apareció solo y definió de derecha. Después, Camba se le tiró encima y lo hizo transpirar hasta la última gota para aguantar la victoria. Que llegó acompañada por la punta, que desde hoy también vive en Vicente López.
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