El Partido desde la Tribuna
Por Salvador Santalucita Extraído del Diario La Nación del 23/3/98
El triunfo ahuyentó los silbidos en Estudiantes
Reencuentro: el equipo platense ganó en forma clara y se sobrepuso a la derrota sufrida ante Gimnasia, en el clásico.
LA PLATA.- Uno y otro equipo cargaban sobre sus espaldas la imperiosa necesidad de recuperarse después de sufrir traspiés duros. Fue Estudiantes el que logró zafar, aunque sin cumplir con una actuación rescatable.
Mostró un poco más de ambición, pero preocupó por su carencia de ritmo, sorpresa y el retraso excesivo de su línea media. Esta circunstancia lo impulsó a recurrir al envío largo, carente de sorpresa y cuando no se asegura el control de la pelota siempre el favorecido es quien defiende.
Platense tampoco mostró virtudes superiores. Cauteloso, refugiado atrás y sin vocación ofensiva, aportó pocas luces a un partido anodino y oscuro por la falta de luminosidad en cada uno de los protagonistas.
Respuesta a los sílbidos
El silencio acompañó a cada una de las jugadas distantes de las áreas, que alertaban sobre una gran orfandad de ideas asociadas para generar algún riesgo. Y cuando se escuchaban los primeros silbidos, fue José Luis Villarreal el encargado de frenarlos con un fuerte remate, desde 25 metros, al ángulo derecho de Cancelarich. Sorpresa y la firme esperanza de una mejoría.
No fue así. Platense siguió igual. Como si nada hubiese ocurrido. Estudiantes cometió un pecado. No se animó a liquidar el partido, tal vez porque aún pesaba la goleada sufrida ante Gimnasia. Esperó atrás y dejó solo a Villarreal en el medio, quien trató de resolver en soledad, ya que los delanteros, muy abiertos, jugaban a las escondidas detrás de sus marcadores.
Pero siempre quedaba una esperanza. Y el segundo tiempo se aguardaba con expectativa. Sin embargo, nada cambió. Platense, que no pudo controlar las arremetidas de Fúriga y Piersimone, sorprendió por su impericia para esbozar una reacción que le permitiese, tan siquiera, acercarse a Bossio. Nada de ello ocurrió. Fue impreciso y apareció confundido con la pelota en su poder.
Estudiantes encontró la paz con el gol de Ramos, tras una falta de Bocchio a Piersimone, en clara posición adelantada. El tanto dio respiro y tranquilizó a los locales, aunque no despejó dudas. Platense sembró desconcierto y estuvo lejos de algunas actuaciones meritorias
El entrenador de Platense, Carlos Picerni, explicó: "La derrota se debió a que Estudiantes nos controló y anuló a los jugadores más creativos del equipo. Nos jugaron bien y carecimos de tiempo para exhibir alguna reacción. Quedamos en deuda".